¿Si tu padre o tu jefa te buscaran en Google, les
gustaría lo que encontraran? Teclea tu nombre y apellidos en el
buscador. ¿Qué aparece? Pues nada más y nada menos que un "grandes éxitos" de tu
identidad digital, de tu huella en la red.
Tal vez quieras que dejen de aparecer esas fotos
comprometidas, borrar de la red esas vivencias de adolescente que contabas en tu
antiguo blog o controlar lo que dices en abierto por las redes sociales.
Te damos
varios consejos para mejorar tu
imagen en la red y empezar a crear las bases de tu nueva identidad
digital.
¿Qué hay de mí en Internet?
El primer paso es
buscarte en Google con distintas combinaciones: nombre y apellidos,
nombre y uno de los apellidos, nombre y población, profesión o apodo. Apunta lo
que ves, no solo las páginas web, sino también las imágenes, noticias, blogs,
etc. Aunque Google es el buscador por antonomasia, no es el único de Internet.
Prueba también en otros sitios como Bing o Youtube. No olvides que nuestra
personalidad virtual se divide en distintos sectores:
Redes sociales:
Nuestros perfiles en las redes
sociales son sumamente importantes, sobre todo la parte que está visible a todo
el mundo.
- Facebook: Es imprescindible reservar tu vida privada fuera
del alcance de los buscadores, así que accede a tu perfil de Facebook y ve a
Cuenta, Configuración de la privacidad, selecciona
Amigos (o personaliza las opciones a tu manera) y haz clic en
Aplicar esta configuración.
Para comprobar qué verá una persona ajena a ti, ve
a Cuenta, Configuración de privacidad, haz clic en
Personalizar configuración y después presiona Vista
previa de mi perfil. Si estás usando las nuevas opciones de privacidad,
entonces encontrarás el botón Ver perfil como... en tu página
de perfil.
- Twitter: Por definición, es una red social abierta al
público, en la que compartes ideas y pensamientos con desconocidos. Tenlo muy en
cuenta, porque si dices algo inapropiado y alguien lo retuitea, aunque lo borres
ya será demasiado tarde.Si quieres, puedes proteger tus tuits, que serán solo
visibles para los seguidores que aceptes. Eso sí, el peligro del retuiteo sigue
ahí, así que ve con cuidado. Accede a tu perfil de Twitter y entra en
Configuración, Cuenta y en la parte final de
la página, activa la casilla Proteger mis Tweets, y haz clic en
Guardar.
- Otras redes: Ten en cuenta LinkedIn, una red ideal
para crear un perfil profesional y muy usado por agencias y profesionales de la
contratación. O Google+, que por su
conexión con el conocido buscador, será de los primeros resultados de búsqueda
en aparecer si rastreas tu nombre.
- Herramientas para controlar tus redes sociales: Gestiona
tus redes de forma eficaz con Tweetdeck. Si quieres echar
un vistazo rápido a lo que hay de ti, 123 people es un resumen de tu vida
digital. Y si lo que quieres es borrar de un plumazo toda tu historia
en la red y empezar de cero, puedes hacer un suicidio virtual en
Suicide
Machine.
Otros contenidos
Hay más rastro tuyo en la red aparte de las redes
sociales: por ejemplo, una de las estrellas del 2.0,
los
comentarios. ¿Has firmado alguno en páginas de noticias o revistas
digitales? Échale un vistazo a tus sitios habituales y decide si medir más tus
palabras, usar un seudónimo o seguir como hasta ahora. Ten clara una cosa:
una vez hayas enviado el comentario, estará en la red y ya no te
pertenecerá.
También es importante tu presencia en
foros, que suelen ser una fuente de datos para Google. Tal vez estás
buscando trabajo y la persona que recibe tu currículo te va a buscar en
Internet. ¿Y si entra en un foro en el que tienes trifulcas habitualmente?
Además tienes que cuidar tu lenguaje y, por supuesto, tu ortografía. Borrar una
cuenta en un foro no siempre elimina los mensajes, aún menos si ya te han citado
en uno, así que la mejor opción es contactar con su administrador. Haz memoria y
recopila sitios de tu pasado. Tal vez quieras cerrar tu cuenta
de Fotolog, moderar las imágenes que ahí permanecen colgadas o seleccionar bien
tus fotos de Picasa o Flickr.
Comentarios ajenos
Aparte de las redes sociales, seguramente usarás tu
nombre y apellidos en multitud de ocasiones más. Las hay que no las podemos
controlar, como
las publicaciones del BOE, que pueden dejar al
descubierto tus multas pendientes o tus solicitudes de becas. A veces,
habrá quien haya hablado de ti en Internet. Tal vez, incluso hayan suplantado tu
personalidad, usando tu nombre y apellidos en situaciones que pueden ser
embarazosas para ti.
Google dispone de un formulario
para solicitar que eliminen resultados de búsqueda de una página
injuriosa hacia ti. A veces con esto no es suficiente, con lo que puedes mandar
una petición a la web que contiene esa información, apelando a derechos
fundamentales como el del honor, la dignidad y la intimidad, recogidos en la
declaración universal de los derechos humanos, y en la mayoría de cartas magnas
de los países. La
Agencia Española
de Protección de Datos es el órgano oficial del estado que te ayudará en
estos trámites. Además, si el caso es suficientemente grave para ti, puedes
llevarlo a la vía jurídica. La
suplantación de personalidad, las
injurias y las calumnias son delitos tipificados por el código penal.
Échale un ojo especialmente a estos casos, apúntatelos y
haz un
seguimiento en el tiempo, para ver si tras tus demandas han retirado
ese contenido de la red.
¿Qué imagen doy de mi en Internet?
Aparte de qué hay y cuánto hay de ti
en Internet, es importante analizar cómo es esa información. Si quieres crear
una identidad digital sólida y creíble, empieza por el principio:
sé tú
mismo. No mientas ni te pongas falsas máscaras. Pero también
sé
cauteloso: no hay que confundir honestidad con ser un descuidado. El
límite, como siempre, lo pones tú.

Dicen que
la identidad digital se divide en tres partes:
visibilidad, importancia y reputación. Visibilidad, porque se puede
observar el número de resultados que aparece de ti en Google o cuántos
seguidores tienes en Twitter; importancia, porque es fácil detectar si tus
contenidos son originales o meras copias, y qué aportas realmente a la gran
comunidad que es Internet; y reputación, porque eres esclavo de tus palabras y
es muy fácil perderla por un comentario inapropiado (y sino, que se lo digan a
David Bisbal con sus meteduras de pata en Twitter). Si eres una persona con
mucho contenido en Internet, necesitas mantener tu reputación online. O si
tienes una empresa que precisa de estos cuidados, tal vez necesites la ayuda de
profesionales. Sí, hay
agencias dedicadas a mejorar la reputación
digital, con conocimientos en SEO, community management y marketing en
la red, como
Second News.

Por último, un consejo especialmente dedicado a los que
necesitáis una imagen estable y de prestigio en la red, como periodistas,
modelos, fotógrafos o trabajadores por cuenta libre. ¡Haceos una página web! Qué
mejor para el posicionamiento en Google que una web que sea
tunombreytuapellido.com. Puedes usar servicios como
Portfoliopen, ideales para estos
trabajos, crear tu propia web con herramientas sencillas como
Adobe Muse o abrir un blog con
Wordpress o
Blogger, y comprar el
dominio. Ah, y recuerda que todos estos cambios necesitan su tiempo y
dedicación, y
no son instantáneos. Google no indexará todas tus
novedades ni eliminará lo que no quieres al instante. Así que,
cuánto
antes empieces, mejor. ¿Cuidas lo que aparece de ti en Google?
¿Qué herramientas y trucos usas para mejorar tu reputación social en la
red?
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