Posted on in productividad
Bien, hora de actualizar la categoría de “Productividad” (probé el nombre de “Coaching”, recomendado por Iswork, para la categoria, pero me pareció que pocos lo entenderían… alguna otra sugerencia?).
Esta vez, nos centraremos en Tips para mejorar nuestra productividad en las mañanas. A quién le gusta tener que levantarse temprano para ir a trabajar / estudiar? Siempre he creído que hay personas que simplemente trabajan, o están hechas, para ser más productivas de noche. Pero bueno, no siempre nos encontraremos en una situación en la que nosotros mismos elegimos la hora en la que debemos levantarnos y demás.
Por lo tanto, aquí algunos tips para mejorar nuestra productividad en las mañanas:
Levantarse mucho más temprano de lo necesario.
Esto es importante, pues nos dará no sólo tiempo para hacer la rutina matutina (cepillarse los dientes, ducharse, desayunar, etc), sino que también nos deja más tiempo para realizar algunas cosas, que recomendaremos, dentro de los 5 tips.
Para qué levantarse hora y media antes?
Bien, ahora las razones. Siempre andamos quejándonos de que no nos alcanza el tiempo para realizar cosas, porque llegamos super-cansados del trabajo. Ejercicios? Ni soñarlo. Pasear al perro? Que se pasee solo! Y así, iremos dejando, poco a poco, cosas beneficiosas que, de hecho, nos ayudarían bastamte, pero por flojera, realmente, no haremos.
Ahora, ganar hora y media en las mañanas, cuando estamos básicamente con las baterías recargadas, nos servirán para realizar esas cosas porque, después de todo, la flojera será menor.
Cómo lo conseguimos?
Sabemos que el hombre, es un animal de costumbres, o hábitos. Por lo tanto, para lograr levantarnos más temprano de lo usual, tendremos que ajustar nuestro cuerpo poco a poco, hasta que se nos haga una costumbre.
Digamos que nos levantamos a las 7 todos los días. Durante la primera semana, lo que haremos, será colocar el despertador a las 6:30. La siguiente semana, a las 6am. Y finalmente, a las 5:30. Durante este periodo de adaptación, puede que “suframos” un poco, por lo que tampoco es malo prolongar el tiempo que nos toma acostumbrarnos. Digamos que, durante la semana en la que supuestamente nos tenemos que levantar a las 6, seguimos todavía cansados. Qué hacer? Pues prolongar, por unos días más, el tiempo en el que nos tenemos que levantarnos a esa hora. Pero la idea es progresar, y ganar esa media hora restante, así que tampoco podemos quedarnos estancados ahí.
Otra gran idea, es colocar el despertador lejos de donde usualmente dormimos. Es decir, que nos veamos obligados a levantarnos de donde nos encontramos, para poder apagarlo. Pero claro, no tan lejos como para no escucharlo. De esta manera, nos despertaremos sí o sí, a la hora de ir a apagarlo.
Por último, es necesario también ir a dormir más temprano. Tampoco es cosa que vayamos a dormir las 8 horas oficiales, pues hay muchas personas que realmente no lo necesitan. Esto es algo que puede ir recortándose, también, pues dormir mucho puede dejarnos, de hecho, más cansados. Por lo tanto, con esa media hora que vamos ganando en las mañanas, se puede ir cortando la mitad o 3/4. Es decir, nos despertamos media hora más temprano en las mañanas esa primera semana, y nos dormimos 15 minutos antes de lo usual, por las noches. La idea es encontrar un balance entre las horas invertidas en sueño, y en las que nos encontramos despiertos.
Una última cosa que haremos, será volver a poner el despertador nuevamente, pero a la hora a la que nos levantamos usualmente (a las 7, en este ejemplo en el que nos estamos levantando a las 5:30). Ya verán por qué, más adelante.
Un buen duchazo (5-10 mins)
Ahora que hemos ganado por lo menos hora y media en las mañanas, pues es tiempo de disfrutar tooodo ese tiempo extra que tenemos! Ya no más desayunar y hacer todo apurado antes de salir a clases o al trabajo.
Así que por qué no empezar con un buen duchazo? Esto nos ayudará a despertarnos completamente, además. De hecho, esta es sólo uno de los dos duchazos que nos daremos en esta mañana.
Para este duchazo, les recomiendo tomarse un buen duchazo frio, que no dure más de 5-7 minutos. Esto servirá para despertarnos ya completamente. No es muy placentero al inicio, pero verán lo beneficioso que es.
Disfrutar de la naturaleza! (30-45 mins)
…O de la caótica ciudad, dependiendo de nuestras opciones escénicas. Y por esto, me refiero a salir a caminar o correr, luego de nuestro duchazo inicial. De verdad, es uno de los grandes placeres de levantarse temprano… ver a la ciudad dormida, y respirar el fresco aire aún no tan contaminado por el “rush hour” de las 7 de la mañana.
Así que, tómense media hora para salir a caminar, preferiblemente correr sin detenerse durante esa media hora. Si tienen un perro, sáquenlo con ustedes a correr, que estará muy agradecido. Es decir, lograr sudar aunque sea un poco. El ejercicio nos ayuda a despertarnos también, y ese consumo de energía inicial, será bastante favorable para que nos encontremos alertas y preparados para el día.
El segundo duchazo (15-20 mins)
Este es el que agradeceremos. Esta vez, el duchazo que vayamos a darnos, será con agua caliente. Y tómense su tiempo, pues éste está hecho para ser disfrutado. Así que unos 15 minutos en la ducha o más, a manera de relajación tanto muscular como espiritual, nos terminará de preparar para la mañana.
Hacer lo que haya que hacer (indefinido)
Bien! Ya hemos invertido alrededor de 1 hora y 15 minutos, aproximadamente, para prepararnos no sólo física, sino también, espiritualmente. Una vez que pasemos por todo este periodo, notaremos que nos encontramos, de hecho, más predispuestos a continuar haciendo labores. Es decir, ya nos encontramos listos para el día.
Qué hacemos, pues, con el tiempo “extra” restante (que deben ser 15 minutos aproximadamente). Pues, qué mejor que dedicarlo a algo que tengamos que hacer, revisar lo que tenemos que hacer en el día, poner algunas cosas en orden, o simplemente, utilizarlo para lo que hacemos regularme.
Momentos después, debe estar sonando el despertador nuevamente. Así es, el que volvimos a colocar a la hora “usual” que nos levantábamos antes. Ahora a meditar cómo nos sentimos ahora que hemos ganado hora y media al día y hemos tenido el tiempo suficiente para realizar varias cosas, para poner en funcionamiento a nuestro organismo, y compararlo a cómo nos sentíamos cuando estirábamos el brazo, hace tan solo unas cuantas semanas, a apagar ese reloj. Vaya diferencia, no? Bien, hora de apagarlo, y nuevamente ponerlo en su hora usual, hora y media antes.
Y bien, ahora podemos tomarnos todo el tiempo del mundo para poder desayunar como se debe. El desayuno es la comida más importante del día, y no es broma. Después de todo, con las actividades realizadas, lo más probable es que estemos más que deseosos de tener un buen desayuno. Y es que levantarse temprano le da tiempo suficiente a nuestro organismo para, bueno, sentir hambre. Por eso es que muchas personas no desean desayunar, porque nuestro organismo, apenas “encendido” es un poco reacio a aceptar comida.
Y Bien! Ahora si, hora de empezar el día!
En un próximo artículo sobre “Productividad”, hablaremos de cómo mantener esa carga de baterías durante la tarde, y cómo llegar a la noche, sintiéndonos aún bien.
Comentarios
Publicar un comentario